Preguntas y Comentarios sobre "El Diseño de Sesiones Dinámicas de Aprendizaje"

Muchas gracias por todos los comentarios positivos que he recibido con respecto a los dos primeros artículos relacionados con “El Diseño de Sesiones Dinámicas de Aprendizaje.”  En el primero vimos como la Educación Transformadora se difiere de otros enfoques educativos, al concentrarse en el desarrollo de capacidades.  Y en el segundo, vimos como el ciclo de aprendizaje nos ayuda a organizar una clase o un taller de una manera dinámica que aporta al desarrollo de una capacidad.

Al respecto, Stephanie Skander comentó: “Desde que aprendí este modelo de aprendizaje, …lo he usado en cada oportunidad posible.  Es oro para mi.  Es decir, me ha servido de mucho cuando trabajo con adultos y jóvenes.”

Una pregunta interesante vino de Vivian, quien sugiere la inclusión de una fase de auto-evaluación en el ciclo.  Como la expliqué: El ciclo no necesariamente termina con la aplicación. La aplicación se vuelve una experiencia, y la reflexión sobre esta experiencia es una auto-evaluación.  Al auto-evaluarse, la persona se da cuenta de fortalezas y debilidades en la manera en que realizó la aplicación, que le lleva al pulir la conceptualización que tiene del tema, generando una mejor aplicación en la segunda vuelta del ciclo.  Así, la fase de auto-evaluación (es decir, reflexión sobre la aplicación) nos ayuda a mejorar constantemente tanto la comprensión del tema como la forma de aplicarlo.

Al profundizarse más en esto y otras técnicas que son parte de “El Diseño de Sesiones Dinámicas de Aprendizaje”, la persona desarrolla la habilidad de diseñar clases, conferencias, o talleres que no sólo son llamativas, sino que llevan a la práctica de lo aprendido.

En el próximo número, compartiré información sobre el curso de 7 semanas “El Diseño de Sesiones Dinámicas de Aprendizaje,”  que iniciará el 27 octubre.  Puesto que, como facilitadora, participo activamente en los foros, aclarando conceptos y respondiendo a los comentarios, el número de participantes es limitado.

El Ciclo de Aprendizaje

 

En el número pasado dimos una breve introducción a la educación transformadora, recalcando su enfoque en capacidades, lo que implica integrar conceptos, destrezas, actitudes y valores.

Una forma de lograr esto es mediante la planificación de clases usando el ciclo de aprendizaje, que consiste en cuatro fases: experiencia, reflexión, conceptualización y aplicación.

El ciclo de aprendizaje comienza con una experiencia, que sirve para despertar el interés de los participantes en el tema.  La experiencia puede consistir en la presentación de su sociodrama, una sección corta pero llamativa de un video, una dinámica relacionada con el tema, o aun un dibujo. 

La reflexión ayuda a los participantes o estudiantes a darse cuenta de lo que han aprendido de la experiencia, a la vez que sirve como un puente entre la experiencia y la conceptualización.  Consiste en preguntas bien formuladas que los participantes analizan entre sí.

Mediante la conceptualización el facilitador, o docente, comparte nueva información con los participantes.  Puede ser mediante una charla breve apoyada con ayudas visuales, una investigación bibliográfica o digital guiada por el docente, o aun una lectura con preguntas de comprensión.

Finalmente, la aplicación da la oportunidad a los participantes a ensayar o consolidar su comprensión de lo que han aprendido.  Cuando el ciclo de aprendizaje ha enfocado en la comprensión de conceptos, en la aplicación los participantes presentan su propia comprensión de dichos conceptos, usando mapas mentales, dibujos, diagramas, canciones u otros medios.  Cuando el ciclo ha enfocado en el aprendizaje de una destreza, generalmente la aplicación consiste en ensayar dicha destreza, trabajando en grupos.

En resumen, el diseñar clases o talleres, utilizando el ciclo de aprendizaje es una de las mejores forma de aportar al desarrollo de una capacidad en los participantes.

 

¿Por Qué Hablar de Educación Transformadora?

Hay muchas diferentes teorías y enfoques a la educación y capacitación.  A pesar de esto, demasiado a menudo en todos los niveles y ámbitos es común observar charlas magistrales como el método principal.  ¿Qué problema hay con esto?

Primero, por muy interesante que sea la charla, las personas retienen poco de lo que escuchan.  Y aun si lo retienen, todo queda a nivel de "teoría".  No han aprendido a hacer nada diferente en sus vidas.

En reacción a esa falencia, surgió un enfoque de "entrenamiento técnico", que ponía el énfasis en la adquisición de destrezas y habilidades.  Aunque parecía positivo, a veces cae en el otro extremo de enseñar destrezas, sin prestar suficiente atención a los conceptos que respaldan dichas habilidades.  Por lo tanto, a menudo los estudiantes o participantes no saben adaptar lo que han aprendido a diferentes circunstancias.

De allí, surgieron una multitud de enfoques participativos, que ponían énfasis en el proceso de la educación.  Estos tienen mayor éxito en captar el interés de los participantes y hacen que las clases sean más interesantes y divertidos.  Sin embargo, si no se manejan bien, es posible perder de vista el objetivo de la clase o taller.

Por eso, la "educación transformadora", que se basa en la capacidad de liderazgo moral de "potenciar actividades educativas", busca integrar lo mejor de los tres métodos ya mencionados.  Es un método participativo enfocado al desarrollo de capacidades, las cuales integran conceptos, destrezas, actitudes y cualidades. Lo hace mediante la definición de objetivos que enfocan claramente lo que los estudiantes/participantes serán capaces de hacer al finalizar el estudio, y la planificación de una variedad de actividades, utilizando el ciclo de aprendizaje.

En el próximo número profundizaremos en este proceso.